El turismo de negocios se ha consolidado como un motor esencial dentro del sector hotelero y de la inversión inmobiliaria. Reuniones, congresos, ferias y eventos corporativos no solo impulsan la ocupación hotelera en temporadas tradicionalmente bajas, sino que generan nuevas exigencias en cuanto a calidad, localización y servicios, redefiniendo la inversión inmobiliaria en activos hoteleros urbanos.

Un perfil de cliente que transforma la oferta
 

El viajero de negocios actual busca mucho más que un lugar donde dormir. Demanda conectividad, flexibilidad, ubicación estratégica, espacios para reuniones y experiencias personalizadas. Esta evolución ha obligado a los establecimientos hoteleros a adaptarse, integrando:

 
  • Soluciones tecnológicas
  • Zonas de coworking
  • Propuestas de valor orientadas a la eficiencia y el bienestar
 
 

Una de las tendencias en auge es el llamado "bleisure" (business + leisure), una fórmula que alarga las estancias y diversifica el consumo tanto dentro como fuera del hotel. Los hoteles se convierten en hubs urbanos, espacios donde convergen lo profesional y lo personal, generando un impacto directo en el RevPAR (Revenue per Available Room) y en el posicionamiento de marca.

Dinamismo económico y desarrollo urbano
 

Las ciudades que apuestan por el turismo MICE (Meetings, Incentives, Conferences and Exhibitions) están viendo cómo se acelera el desarrollo urbano y hotelero. Destinos como Barcelona, Madrid, Málaga o Sevilla se sitúan entre los más potentes de Europa, atrayendo tanto inversión nacional como extranjera.

La organización de eventos internacionales no solo impulsa la ocupación hotelera: también dinamiza la economía local, estimula la hostelería, el transporte, el comercio y genera empleo directo e indirecto.

Además, desde la perspectiva de la inversión inmobiliaria, este contexto genera un creciente interés por activos hoteleros urbanos, tanto en proyectos de reposicionamiento como en desarrollos de nueva planta.

Oportunidades para el inversor inmobiliario

 

Tras la pandemia, el turismo de negocios ha demostrado ser uno de los segmentos más resilientes y menos estacionales del mercado. Por eso, representa una gran oportunidad para inversores, promotores y operadores, en busca de diversificación y estabilidad en sus carteras.

Los activos hoteleros adaptados al turismo corporativo —ubicaciones céntricas, proximidad a infraestructuras de transporte, y una oferta de servicios flexible— están ganando protagonismo, sobre todo en mercados secundarios con proyección.

Sostenibilidad y digitalización: claves del nuevo modelo
 

El futuro del turismo de negocios se alinea con dos grandes palancas de cambio:

  • Sostenibilidad: la eficiencia energética, el diseño de espacios sostenibles y la integración de criterios ESG (Environmental, Social and Governance) son determinantes para aumentar el valor del activo a largo plazo.

 
  • Digitalización: desde la reserva hasta la gestión de eventos, los procesos tecnológicos optimizan la experiencia del viajero y facilitan una operación más eficiente para los hoteles.

Una visión estratégica para el futuro

 

El turismo de negocios está redefiniendo las reglas del juego en el sector hotelero. Ya no se trata solo de aumentar la ocupación: se trata de transformar modelos de negocio, impulsar la innovación y contribuir al desarrollo urbano sostenible.

En BNP Paribas Real Estate, entendemos estos cambios como una oportunidad para acompañar a nuestros clientes en la toma de decisiones estratégicas. Ofrecemos soluciones inmobiliarias que combinan visión de futuro, conocimiento local y análisis de mercado, alineadas con los nuevos retos del real estate.